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CARTA DEL FIN DEL AÑO 2016

Así que ni el que planta ni el que lo riega es algo, sino Dios que causa el crecimiento. 

I Corintios 3:7

 

¡La familia FEDICE sigue creciendo! 

El año 2016 ha sido lleno de actividades, con visitas de grupos de los Estados Unidos, igual que de individuos quienes han venido a ayudar u observar lo que hacemos.

Con orgullo anunciamos el nacimiento de tres proyectos nuevos este año.  Dos de los proyectos fueron patrocinados por la Primera Iglesia Cristiana de Plano, Texas, y el tercero fue patrocinado por Ministerios Globales y la Semana de Compasión, junto con otras iglesias y varias personas que fueron fuertemente conmovidos al oír del terremoto en la costa de Ecuador el 16 de abril de  2016.

PIJAL

El primero de nuestros proyectos nuevos es una ampliación de nuestro proyecto actual en Pijal, donde ya tenemos un grupo de mujeres que han empezado una caja de ahorro y crédito. El nuevo proyecto se llama “SUMAC WASY,” lo cual quiere decir “Casa Bonita” en Kichwa.  El propósito de este proyecto es ayudar a residentes de Pijal a mejorar sus condiciones de vida por medio de un crédito que pueden usar para construir baños, poner pisos, enlucir las paredes y mucho más. 

SUA

El segundo proyecto es el resultado de que muchos de nuestros amigos

se preocuparon por los efectos del terremoto de 7.8 grados en la costa

de Ecuador.  Durante el terremoto, pueblos enteros se destruyeron y

porque la mayoría del trabajo en la costa se concentra en el turismo,

mucha gente se quedó sin trabajo porque nadie quería visitar la costa

por varios meses después.  Al principio no teníamos contactos, pero

con algo de investigación, encontramos un pastor y su esposa en

el pueblo de Sua, solo media hora del epicentro del terremoto.  Ellos

describieron los efectos de una inundación devastadora en enero de

2016 que destruyó la planta baja y muchos muebles en muchas de

las casas y negocios, y como apenas estaban recuperando de eso

cuando vino el terremoto, trayendo aún más tragedia  a una

comunidad ya devastada.  Así que empezamos nuestro proyecto

en Sua con 30 familias, al instalar una caja de ahorro y crédito.  

Cada familia recibió capital para crear un nuevo negocio o

reconstruir su negocio que tenía.  Como hacemos con la mayoría

de comunidades,  FEDICE va a acompañarlos hasta que ellos están

cómodos con el proceso.  Nos toma 6 horas manejar hasta Sua,

pero nos gusta el cambio de escenario y especialmente el clima tropical de la costa.  

 

LA PRADERA (foto en el inicio de la página)

El tercer Proyecto está en La Pradera, que se encuentra al sur de Quito en la provincia de Cotopaxi.  Este es un nuevo grupo de 17 familias que supieron de  FEDICE por gente en nuestro grupo de la comunidad de Luz de América.  Recientemente les dimos su primer crédito para sus proyectos agrícolas de pollos, chanchos y ganado de carne. 

Carlina Casierra con su proyecto de pollos en Sua

OLGA YAN PARDO

"La hospitalidad de la gente es tan sincera y humana que me deja muy buen sabor y me da esa alegría de saber que el amor de nuestro señor Jesús sigue manifestándose en muchas personas, es una gran motivación para continuar este hermoso camino de servicio, pues en el proceso de dar se reciben tantas cosas hermosas, imposibles de transmitirse tan solo con letras."

Olga Yan Pardo

La experiencia de estar en Ecuador ha sido grandiosa, una oportunidad magnífica para poner el amor y el conocimiento en acción, este país lo tiene todo, la interculturalidad es admirable, cada grupo étnico mantiene sus costumbres y tradiciones y tiene tanto de lo que se puede aprender, la variedad del clima en las diferentes regiones, sus frutos, esto es una experiencia única. 
 

Con relación al trabajo realizado la interacción con las familia Fonte en la comunidad de Pijal fue muy gratificante pues cada encuentro con la misma me permitía llegar también a otros/as niñas, niños y adolescentes y evidenciar los frutos de los temas que trabajamos cada semana, es una familia para admirar y continuar apoyando, pues aun con sus carencias económicas hacen su máximo esfuerzo y son buenos/as estudiantes. Con la Familia Cuascota en Gonzalez Suarez fue más desafiante pero si se logró acompañar en la orientación para un proyecto de vida saludables a los chicos y la responsabilidad de los adultos/as.


Los conversatorios sobre educación sexual, los derechos de la niñez, equidad de género, etc en cada centro infantil, comunidades e Iglesias, fueron muy útiles, pues me permitieron la promoción de los mismos con un enfoque de derechos, justicia, igualdad y protección,  aportando así al conocimiento y empoderamiento de cada madre y padre de familia colaborando de esta forma con tener familias más felices y saludables.


Cada niña, niño ha marcado  mi vida de una forma muy divertida, pues sus ocurrencias, reacciones y preguntas ante mi persona por ser negra ha hecho una gran diferencia entre ellos/as, pues hay comunidades, sobre todo las indígenas, en la que no vive una sola persona con mi color de  piel, lo cual ha sido muy significativo para mi, pues mi sola presencia les permite darse cuenta y vivenciar de forma directa que la familia humana es multiracial.

La hospitalidad de la gente es tan sincera y humana que me deja muy buen sabor y me da esa alegría de saber que el amor de nuestro señor Jesús sigue manifestándose en muchas personas, es una gran motivación para continuar este hermoso camino de servicio, pues en el proceso de dar se reciben tantas cosas hermosas, imposibles de transmitirse tan solo con letras. 

 

Gracias a Dios por esta maravillosa experiencia de vida la cual ha transformado mi ser de forma integral.

Cara Elizabeth McKinney

"Estoy aquí en Ecuador y con FEDICE para aprender de personas quienes son diferentes a mí, para conocer sus experiencias, sus historias, para aprender un método de vida diferente que el mío propio, y por turno, compartir mis experiencias y mi historia. Este parece como el mejor método para amar a una otra persona."

Cara Elizabeth McKinney

 

FEDICE tiene el orgullo de dar la bienvenida a una nueva voluntaria de Ministerios Globales. Cara Elizabeth McKinney, desde Ohio, Estados Unidos. Estamos contentos de tenerla en FEDICE y estamos seguros/as será un valioso aporte para nuestras actividades.

 

Una de las primeras actividades encomendadas a Elizabeth (como cariñosamente hemos decidido llamarla aquí en FEDICE) es responder a las preguntas por qué su decisión del trabajo voluntario y porqué con Fedice, a continuación, sus respuestas:

 

“Decidí a buscar un trabajo con los Ministerios Globales de la Iglesia Cristiana, Discípulos de Cristo, por muchas razones. Pero la razón más importante es porque yo entiendo que el fundamento de la fe cristiana es el concepto del amor—amor por nuestros prójimos, amor por familia, por la gente y el medio ambiente, amor por nosotros mismos, amor por nuestro Dios y por los sacrificios que Dios hizo por nosotros. La idea de “haz a tu prójimo todo lo que quieras que te hagan a ti” forma el fundamento del amor en cada persona; Yo me amo, ¿por qué no quisiera amar a mi prójimo? 

 

Estoy aquí en Ecuador y con FEDICE para aprender de personas quienes son diferentes a mí, para conocer sus experiencias, sus historias, para aprender un método de vida diferente que el mío propio, y por turno, compartir mis experiencias y mi historia. Este parece como el mejor método para amar a una otra persona. Estoy aquí para venir a conocer y amar mi prójimo lejano tanto como mi prójimo cercano, y para ir adelante y celebrar nuestras diferencias. Creo que esto es lo que Dios nos llama a hacer en el mundo."

 

Desde Elizabeth ha estado en Ecuador, ella ha visitado varias comunidades en que FEDICE trabaja, incluyendo El Chaupi, Pijal, Pusir, Gonzalez Suarez, y Sua. En cada comunidad ella ha empezado a conocer las familias e individuales con quien nosotros trabajamos, además de empezar a entender el trabajo específico que FEDICE hace en cada comunidad.  

MARILYN COOPER y el Valor de inglés

Como voluntario de FEDICE, estoy hacienda una diferencia en las comunidades indígenas. Los líderes del futuro, los niños, están recibiendo un plan de estudios mejorado porque FEDICE tiene la previsión de proveer este servicio de enseñar inglés en estas comunidades.  Es un regalo para la próxima generación."

Marilyn Cooper

 

He enseñado clases de inglés en los pre-escolares por 6 años aquí en los alrededores de Otavalo, Ecuador. Mi experiencia como maestra de educación física y educación física adaptada escasamente me preparó para trabajar en el aula con niños chiquitos.  Con mi habilidad limitada  de hablar español, ¿qué podía hacer conmigo FEDICE?  La flexibilidad tal vez no es mi fuerte, pero he determinado ser un voluntario que beneficie a FEDICE.


Ha sido un camino rocoso, probablemente más duro para mis estudiantes que para mí, en el principio.  Las maestras tenían tanto interés en poner el inglés en la cabeza de sus niños que mis clases muchas veces incluían más de 20 estudiantes de menos de 5 años de edad.  Agregado a mi “discapacidad” de recordar nombres, la desconfianza de los niños por esta “gringa” que parecía rara y hablaba raro, y lo divertido de dar cosquillas al vecino, es de maravillar que los niños aprendieron.  Pero sí lo hicieron.  Una madre me dijo que cuando su hija empezaba las clases de inglés en la escuela, ya sabía los nombres de los animales, colores, y frutas en inglés.  Así que puedo decir que por lo menos una estudiante aprendió.

 

Ahora siento que mis planes cogen la atención de los niños.  Aprenden nuevas palabras, y con el tiempo, entienden el concepto de lenguas diferentes.  Si, todavía tengo a Alex, quien por las primeras 6 semanas de clases este año decía “español” cada vez que preguntaba cómo decir algo en inglés.  Pero por fin está repitiendo las palabras en inglés y ha dejado de pedirme enseñar en español en vez de en inglés.

 

El número de pre-escolares donde trabajo ha incrementado a 8.  Este año, he trabajado con un promedio de 103 estudiantes dos veces por semana. (No, ¡no están todos en una sola clase!) Las maestras siguen pidiendo que regrese, así que sé que estoy haciendo una diferencia.

 

Una mamá me dijo que su hija canta canciones en inglés en la casa.

 

En uno de los pre-escolares donde tengo una clase de 10 estudiantes, la clase de niños más chiquitos (también de 10 estudiantes) se sientan en la puerta con su maestro para que pueden ver los videos en inglés y aprender las palabras también.

 

En otro, los estudiantes que no hablan también los mandan a mi clase para absorber el inglés con los estudiantes más avanzados.

 

Recientemente, la directora de una escuela en otro distrito (que había trabajado en una de los centros infantiles donde ahora tengo clases) me llamó y me pidió que fuera a dar clases en su escuela.  Los padres y maestras quieren que sus niños aprenden inglés.  Afortunadamente, podía añadir esta octava escuela a mi semana de 4 días.

 

Como voluntario de FEDICE, estoy hacienda una diferencia en las comunidades indígenas. Los líderes del futuro, los niños, están recibiendo un plan de estudios mejorado porque FEDICE tiene la previsión de proveer este servicio de enseñar inglés en estas comunidades.  Es un regalo para la próxima generación.
 

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